La labor de los padres es enseñarles a sus hijos a distinguir lo bueno y lo malo, así como las diferencias entre la conducta aceptable e inaceptable. Si bien lograr que los niños se comporten debidamente es difícil en ocasiones, no es tan arduo como cualquiera podría imaginar.
La buena conducta se fundamenta en la disciplina. A diferencia del castigo, que tiene consecuencias desagradables, la disciplina es un sistema de enseñanza basado en el premio de las buenas acciones, dando el ejemplo, y ayudando a los hijos a controlar sus conductas. La buena conducta se puede aprender desde la más tierna infancia. Cuando el niño avanza en edad para convertirse en párvulo, y de ahí en adelante, además de cuando exploran sus límites e independencia, esa mala conducta desaparece.
Evitar problemas
Usted puede contribuir a evitar situaciones problemáticas cuando un niño se comporta mal. Estos son algunos consejos al respecto:
·Planifique con anticipación: Si sabe que alguna situación en particular (como un viaje al mercado) se puede transformar en un problema, comuníquele sus planes al niño, y lo que le puede ocurrir si no se comporta bien. Trate de programar ese viaje cuando el niño esté descansado y no tenga hambre. Lleve consigo algún juguete o libro para que no se aburra.
·Elogio a la buena conducta: No enfoque siempre su atención en las acciones negativas ni en las reprimendas. Si el niño hace algo bien, elógielo, pues de esa manera repetirá las conductas buenas en vez de las malas.
·Trabajo con diversión: A los niños les encantan los juegos y las actividades que pongan a prueba su inteligencia (cuando han descansado, comido, y tienen el estado de ánimo adecuado). Transforme la limpieza de la casa o el acto de vestirse en un juego divertido.
·Opciones: A los niños les gusta hacer uso de su independencia. En vez de decirles: "¿Qué quieren almorzar?" y frustrarse al no obtener respuesta, o, por el contrario, un montón de solicitudes, pruebe con otra táctica. Pregúnteles: "¿Quieren un sándwich de mantequilla o uno de queso para el almuerzo?". Al darles opciones aceptables, se pueden establecer límites y permitirles al mismo tiempo algún nivel de independencia.
·Planifique con anticipación: Si sabe que alguna situación en particular (como un viaje al mercado) se puede transformar en un problema, comuníquele sus planes al niño, y lo que le puede ocurrir si no se comporta bien. Trate de programar ese viaje cuando el niño esté descansado y no tenga hambre. Lleve consigo algún juguete o libro para que no se aburra.
·Elogio a la buena conducta: No enfoque siempre su atención en las acciones negativas ni en las reprimendas. Si el niño hace algo bien, elógielo, pues de esa manera repetirá las conductas buenas en vez de las malas.
·Trabajo con diversión: A los niños les encantan los juegos y las actividades que pongan a prueba su inteligencia (cuando han descansado, comido, y tienen el estado de ánimo adecuado). Transforme la limpieza de la casa o el acto de vestirse en un juego divertido.
·Opciones: A los niños les gusta hacer uso de su independencia. En vez de decirles: "¿Qué quieren almorzar?" y frustrarse al no obtener respuesta, o, por el contrario, un montón de solicitudes, pruebe con otra táctica. Pregúnteles: "¿Quieren un sándwich de mantequilla o uno de queso para el almuerzo?". Al darles opciones aceptables, se pueden establecer límites y permitirles al mismo tiempo algún nivel de independencia.
Cuando los niños buenos se vuelven malos
Por supuesto, hay momentos en que los niños no son angelitos perfectos. Tarde o temprano el niño le pondrá a prueba, y tal vez sea en la ocasión más inoportuna. ¿Qué debe hacer cuando esto ocurra? ¿Darle una nalgada?
Los pediatras aseguran que las nalgadas no son la mejor forma de castigo cuando hay que castigar, a pesar de que la mayoría recibimos ese tratamiento en nuestra niñez. Además, esta actitud le demuestra al niño que causarles dolor a otras personas está justificado para ejercer control, incluso a sus seres queridos.
Hay otras estrategias de igual o mayor efectividad:
1.Consecuencias naturales: Hágale ver al niño las consecuencias de sus acciones, asumiendo que esto no los pone en peligro alguno. Por ejemplo, si deja caer las galletitas al suelo, eso quiere decir que no hay más. No se deje llevar por la tentación de "rescatar" o aplacar al niño ofreciéndole más galletitas.
2.Consecuencias lógicas: En el caso de niños mayores, se puede crear una consecuencia vinculada a la mala conducta. Si el niño no recoge sus juguetes, digamos que los recoge usted, pero colocándolos en un sitio donde el niño no pueda tomarlos y seguir jugando. Proceda inmediatamente, y hágale saber al niño que está hablando en serio.
3.Tiempo de penitencia: Este debe ser el último recurso cuando las consecuencias no son efectivas. La penitencia funciona cuando la conducta que está tratando de corregir necesita un tiempo de receso para calmar los ánimos. Asegúrese que el niño conozca las malas conductas que implican penitencia. No use la misma como una amenaza.
·Busque un sitio para la penitencia, ya sea una silla, escalón o alfombra, que sea aburrido y no tenga distracciones. Los dormitorios y los baños no son los mejores sitios por cuestiones de seguridad, y la propensión a buscar una fuente de juego en el dormitorio.
·Avísele al niño de que se está buscando la penitencia, a menos de que se trate de una agresión punitiva, lo cual resultaría en penitencia inmediata. El tiempo de penitencia debe ser un minuto por cada año de edad del niño (o sea, un niño de 3 años deberá estar de penitencia 3 minutos, aunque 15 a 20 segundos pueden ser suficientes).
·Si el niño no va voluntariamente al sitio de penitencia, hágalo usted. Si no quiere permanecer en el sitio de penitencia, coloque sus manos sobre los hombros del niño, para obligarlo a mantenerse en el sitio, o colóquelo sobre su regazo. Limítese a decirle: "Te retengo aquí porque estás de penitencia".
·Use un cronómetro para que el niño sepa cuándo ha cumplido "la sentencia". Si vuelve a comportarse mal, vuelva a ajustar el cronómetro.
·Cuando concluya el tiempo de penitencia, ayude al niño a volver a una actividad positiva. No lo sermonee ni le obligue a disculparse.
Los pediatras aseguran que las nalgadas no son la mejor forma de castigo cuando hay que castigar, a pesar de que la mayoría recibimos ese tratamiento en nuestra niñez. Además, esta actitud le demuestra al niño que causarles dolor a otras personas está justificado para ejercer control, incluso a sus seres queridos.
Hay otras estrategias de igual o mayor efectividad:
1.Consecuencias naturales: Hágale ver al niño las consecuencias de sus acciones, asumiendo que esto no los pone en peligro alguno. Por ejemplo, si deja caer las galletitas al suelo, eso quiere decir que no hay más. No se deje llevar por la tentación de "rescatar" o aplacar al niño ofreciéndole más galletitas.
2.Consecuencias lógicas: En el caso de niños mayores, se puede crear una consecuencia vinculada a la mala conducta. Si el niño no recoge sus juguetes, digamos que los recoge usted, pero colocándolos en un sitio donde el niño no pueda tomarlos y seguir jugando. Proceda inmediatamente, y hágale saber al niño que está hablando en serio.
3.Tiempo de penitencia: Este debe ser el último recurso cuando las consecuencias no son efectivas. La penitencia funciona cuando la conducta que está tratando de corregir necesita un tiempo de receso para calmar los ánimos. Asegúrese que el niño conozca las malas conductas que implican penitencia. No use la misma como una amenaza.
·Busque un sitio para la penitencia, ya sea una silla, escalón o alfombra, que sea aburrido y no tenga distracciones. Los dormitorios y los baños no son los mejores sitios por cuestiones de seguridad, y la propensión a buscar una fuente de juego en el dormitorio.
·Avísele al niño de que se está buscando la penitencia, a menos de que se trate de una agresión punitiva, lo cual resultaría en penitencia inmediata. El tiempo de penitencia debe ser un minuto por cada año de edad del niño (o sea, un niño de 3 años deberá estar de penitencia 3 minutos, aunque 15 a 20 segundos pueden ser suficientes).
·Si el niño no va voluntariamente al sitio de penitencia, hágalo usted. Si no quiere permanecer en el sitio de penitencia, coloque sus manos sobre los hombros del niño, para obligarlo a mantenerse en el sitio, o colóquelo sobre su regazo. Limítese a decirle: "Te retengo aquí porque estás de penitencia".
·Use un cronómetro para que el niño sepa cuándo ha cumplido "la sentencia". Si vuelve a comportarse mal, vuelva a ajustar el cronómetro.
·Cuando concluya el tiempo de penitencia, ayude al niño a volver a una actividad positiva. No lo sermonee ni le obligue a disculparse.
Una de las mejores maneras de fomentar la conducta positiva es dar un buen ejemplo. Después de todo, los niños adquieren conocimientos de conducta y temperamento fijándose en quienes los rodean.
Aunque le parezca que su hijo se comporta bien, de vez en cuando la situación será diferente. La cuestión es crecer y conocer los límites. Si tiene problemas con la disciplina de su hijo, consulte a su pediatra.
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A parent's job is to teach children right from wrong and the differences between acceptable and unacceptable behavior. While getting children to behave is at times challenging, it doesn't have to be as hard as you might imagine.
Good behavior is based around discipline. Unlike punishment, which is an unpleasant consequence, discipline is a system of teaching based on rewarding good actions, showing by example and helping children control their behavior. Good behavior can be learned as early as infancy. It's when children reach the toddler years and beyond - and when they're exploring boundaries and independence, that behavior is put to the test.
Avoid Trouble
You can help avoid troublesome situations when a child may engage in unruly behavior. Here are some tips:
·Plan ahead: If you know a particular situation (such as grocery shopping) can turn into a three-ring circus, discuss with the child the plans and what will occur if he or she doesn't behave. Try to schedule the trip at a time when your child is well rested and fed. Take along something, such as a toy or book, to keep your child amused.
·Praise good behavior: Don't always focus attention on negative actions and reprimanding. If your child does something good, let him or her know it. This way he or she will be likely to repeat the good, rather than bad, behavior.
·Make it fun: Kids love games and activities that test their smarts (when they're rested, fed and in the mood). Make a game of cleaning up the house or getting dressed.
·Give choices: Children want to exert their independence. Rather than saying, "What do you want for lunch?" and getting frustrated over no response or a multitude of requests, try another tactic. Ask, "Do you want a peanut butter and jelly sandwich or a grilled cheese for lunch?" By giving acceptable choices, you can set limits and still allow your child some level of independence.
When Good Kids Turn Bad
Of course, there will be times when children aren't always perfect angels. Sooner or later your child will test you, and it could be at the most inopportune moment to boot. When your child doesn't behave what should you do? Spank?
The Pediatrics says that spanking is not the best form of punishment when punishment is needed - even though most people were spanked as children. It can have serious side effects. Spanking can increase a child's aggression and anger instead of teaching responsibility. Plus, it shows the child that causing others pain is justified to control them - even those they love.
There are other strategies that are equally or even more effective that the Pediatrics recommends.
1.Natural consequences: Let your child see the consequences of his or her actions provided they don't place them in danger. For example, if he drops his cookies on the floor, that means no more cookies. Resist the urge to rescue your child or placate by getting more cookies.
2.Logical consequences: For older children you should step in and create a consequence that is linked to the bad behavior. If your child will not pick up her toys, say that you are going to put them away and she cannot play with them for the rest of the day. Follow through immediately, and let your child know you are serious.
3.Time-outs: This should be a last resort when consequences fail to be effective. Time-outs work best when the behavior you are trying to correct is clearly defined. They can also be good for when you need a break to calm down. Make sure your child knows the few behaviors that will warrant a time out. Don't use time-outs as empty threats.
·Find a time-out spot, be it a chair, step or mat, where it's boring and there are no distractions. Bedrooms and bathrooms aren't the best spots for safety reasons and the propensity to play in a bedroom.
·Give a warning of an impending time-out, unless you are punishing agression, which should result in an immediate time-out. Make the time-out last one minute per every year of your child's age (a 3-year-old gets 3 minutes, but even 15 to 20 seconds can make the point).
·If your child will not go to the spot on his or her own, pick him or her up and place them there. If he or she will not stay put, put your hands on the child's shoulders and keep him or her in place or hold him or her in your lap. Keep discussion limited to, "I am holding you here becaue you are having a time-out."
·Set a timer so he or she knows when the sentence has been served. If fussing starts again, restart the timer.
·When the time-out is up, help your child return to a positive activity. Don't lecture or ask for apologies.
One of the best ways to encourage positive behavior in children is by setting a good example. After all, children learn much of their behavior and temperament from those they observe around them.
Even if your child's behavior seems on track, he or she will likely challenge you from time to time. It's all about growing up and learning limits. If you have any problems with discipline, consult your child's pediatrician.
Avoid Trouble
You can help avoid troublesome situations when a child may engage in unruly behavior. Here are some tips:
·Plan ahead: If you know a particular situation (such as grocery shopping) can turn into a three-ring circus, discuss with the child the plans and what will occur if he or she doesn't behave. Try to schedule the trip at a time when your child is well rested and fed. Take along something, such as a toy or book, to keep your child amused.
·Praise good behavior: Don't always focus attention on negative actions and reprimanding. If your child does something good, let him or her know it. This way he or she will be likely to repeat the good, rather than bad, behavior.
·Make it fun: Kids love games and activities that test their smarts (when they're rested, fed and in the mood). Make a game of cleaning up the house or getting dressed.
·Give choices: Children want to exert their independence. Rather than saying, "What do you want for lunch?" and getting frustrated over no response or a multitude of requests, try another tactic. Ask, "Do you want a peanut butter and jelly sandwich or a grilled cheese for lunch?" By giving acceptable choices, you can set limits and still allow your child some level of independence.
When Good Kids Turn Bad
Of course, there will be times when children aren't always perfect angels. Sooner or later your child will test you, and it could be at the most inopportune moment to boot. When your child doesn't behave what should you do? Spank?
The Pediatrics says that spanking is not the best form of punishment when punishment is needed - even though most people were spanked as children. It can have serious side effects. Spanking can increase a child's aggression and anger instead of teaching responsibility. Plus, it shows the child that causing others pain is justified to control them - even those they love.
There are other strategies that are equally or even more effective that the Pediatrics recommends.
1.Natural consequences: Let your child see the consequences of his or her actions provided they don't place them in danger. For example, if he drops his cookies on the floor, that means no more cookies. Resist the urge to rescue your child or placate by getting more cookies.
2.Logical consequences: For older children you should step in and create a consequence that is linked to the bad behavior. If your child will not pick up her toys, say that you are going to put them away and she cannot play with them for the rest of the day. Follow through immediately, and let your child know you are serious.
3.Time-outs: This should be a last resort when consequences fail to be effective. Time-outs work best when the behavior you are trying to correct is clearly defined. They can also be good for when you need a break to calm down. Make sure your child knows the few behaviors that will warrant a time out. Don't use time-outs as empty threats.
·Find a time-out spot, be it a chair, step or mat, where it's boring and there are no distractions. Bedrooms and bathrooms aren't the best spots for safety reasons and the propensity to play in a bedroom.
·Give a warning of an impending time-out, unless you are punishing agression, which should result in an immediate time-out. Make the time-out last one minute per every year of your child's age (a 3-year-old gets 3 minutes, but even 15 to 20 seconds can make the point).
·If your child will not go to the spot on his or her own, pick him or her up and place them there. If he or she will not stay put, put your hands on the child's shoulders and keep him or her in place or hold him or her in your lap. Keep discussion limited to, "I am holding you here becaue you are having a time-out."
·Set a timer so he or she knows when the sentence has been served. If fussing starts again, restart the timer.
·When the time-out is up, help your child return to a positive activity. Don't lecture or ask for apologies.
One of the best ways to encourage positive behavior in children is by setting a good example. After all, children learn much of their behavior and temperament from those they observe around them.
Even if your child's behavior seems on track, he or she will likely challenge you from time to time. It's all about growing up and learning limits. If you have any problems with discipline, consult your child's pediatrician.
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